Uno de las mayores ilusiones de cualquier motero, sea cual sea su montura, es la de poder verse a sí mismo en la pantalla del televisor cual piloto de MotoGp y poder asombrarse más con sus pequeños logros que con la mayoría de sus defectos ante el manillar. Comienza la búsqueda de cámaras que se ajusten al presupuesto y pronto descubre que no son pocas las posibilidades de adquirir una cámara de dimensiones reducidas, gran capacidad de almacenaje, facilidad de instalación y sobre todo, calidad de imagen.
Nosotros hemos podido comprobar las cualidades de la que hoy por hoy es la reina, más que nada por la extensa campaña de marketing gracias a la cual la ha impulsado a lo más alto, a pesar de su precio. Hablamos de la Gopro, de la que en breve recibiréis noticias.
En este caso, nos hemos decantado por una de las más populares gracias a la facilidad de adquisición, de utilización, ultrareducido tamaño y peso, y por ser la más barata del mercado. Estamos hablando de la archiconocida MiniDV MD80.
Aunque tenga apellido de avión, se trata de una cámara sin más pretensiones que la de grabar lo que se nos ponga delante. La forma de conseguirla es la más fácil del mundo, más incluso que salir a la calle a buscarla en las tiendas. La podremos encontrar en eBay buscando en vendedores internacionales y poniendo palabras clave como minicamera, helmet, MiniDv o directamente su nombre, MD80. Si lo ordenamos por precio, saldrá siempre la primera. Acordarse de que a excepción de que se indique lo contrario, viene sin tarjeta microSD:
Su precio, alrededor de 10 euros con gastos de envío incluídos, aunque bicheando un poco se puede conseguir por menos.
Las especificaciones técnicas son:
- VGA 640×480 dpi video
- Vídeo activado mediante sonido (Se activa por encima de 60 DB)
- Ranura para tarjeta microSD para capacidades superiores a 8 Gb
- 2 horas de vídeo usando la batería de ión litio.
- Creación de archivos AVI
- 40 minutos por GB (6 horas con una microSD de 8 GB).
- Se puede utilizar como Webcams de ordenador.
- Multi-color LED para mostrar las funciones.
- 20 frames por segundo (El manual asegura 25 FPS)
- mini-USB (USB 2.0)
Las dimensiones son de risa, 5 cm de alto, 1,9 cm de ancho y apenas 50 gramos de peso. Espectacular.
A la hora de abrir el paquete, encontramos toda una serie de accesorios con los que poder acoplar nuestra nueva adquisición en cualquier sitio, lugar o escondrijo. En ese sentido, la cámara merece un diez. Podemos ir con ella pinzada en la solapa o el bolsillo de la camisa, se puede adherir a cualquier superficie magnética mediante su soporte de imán, se puede colocar en cualquier manillar mediante bridas o simplemente colgárnosla del cuello.
Al encenderla no hay más complicación que pulsar el botón del power, y el único diodo LED que tiene la cámara parpadeará para decirnos que está leyendo la tarjeta. De no tenerla, se apagará a los 20 segundos. Si tenemos la tarjeta microSD introducida y la batería totalmente cargada como recomienda el fabricante, tarea que se efectúa bien mediante el cable de datos del ordenador o bien mediante el cargador de pared que nos viene incluido, podremos comenzar a utilizarla pulsando el botón de la parte superior, el que está junto al diodo LED. Un parpadeo rojo cada dos segundos nos indica que está grabando. Si no lo hemos pulsado, quedará en stand by y se apagará automáticamente, pero podemos pulsar el tercer y último botón de la MD80 para ponerla en modo de espera mediante el cual, si se detecta un sonido superior a los 60 dB, comenzará a grabar automáticamente.
En este aspecto, las funciones de la MiniDV son básicas y se echa de menos una pantalla para mostrar las grabaciones (imposible dadas las dimensiones de la cámara), la posibilidad de hacer foto o poder configurar las dimensiones del vídeo. Aquí, le damos un 4’5 sobre 10 a la cámara. Suspenso por poquito.
Silencio, grabando.
La cámara nos muestra mediante flashes de color rojo cada dos segundos en su LED que estamos grabando. Si nos hemos puesto la cámara en el casco, esto será un acto de fe, o lo pulsamos antes de ponernos el casco, con lo que perderemos algunos megas de capacidad de tarjeta mientras nos ponemos el casco, nos sentamos en la moto o la bici y comenzamos a andar. El resto de cámaras de la competencia tampoco tiene esto bien solucionado excepto algunos casos, que emiten unos pitidos de aviso. Aquí le pondremos un 6, como al resto de la clase.
La lente carece de ningún dispositivo de zoom ni protección contra la suciedad, así que tendremos que tener cuidado con ella. La calidad de imagen, aunque ponga HD en la caja y las especificaciones, es inferior a la de cualquier móvil de media y última generación. De hecho, es la misma lente que usaban los primeros móviles con cámara. La lente necesita mucha luz, y con ella conseguimos buena solución de contraste y brillo. Sin suficiente luz, los tonos son pobres y desmejoran la imagen. El ángulo de captura es pequeño, o sea, lo que es capaz de grabar por los lados, de forma que o ponemos la cámara perfectamente alineada con lo que queremos grabar, o deberemos alejarnos mucho para poder capturar un gran campo de visión. Un 6 también aquí.
A la hora de grabar en movimiento, debemos tener cuidado de no instalar la cámara sobre ninguna superficie que vibre, como es lógico, pues la imagen distorsionará a la más mínima. Deberemos instalarla en un lugar amortiguado, como el casco o el cuerpo del motorista. La lente necesitará mucha más luz en este momento para no desvirtuar la imagen, y será difícil que no lo haga. La velocidad será nuestro enemigo, y recordar no grabar el panel de la moto, porque sin querer podremos estar evidencias de incumplimiento de las leyes de tráfico a los agentes de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que escrutan la web a diario en busca de este tipo de documentos gráficos. Aunque quisiéramos cumplir las normas, todos sabemos que es totalmente imposible, y evidenciarlo en páginas de vídeos caseros sería un error fatal.
Transcurrido un tiempo, el LED nos avisará de que nos estamos quedando sin batería, pero lo más seguro es que no andemos pendientes de esto precisamente. Por lo tanto, deberemos realizar vídeos cortos porque si en medio de la grabación se queda la cámara sin batería, el archivo queda corrupto y no se puede leer. Mejor trocear y asegurarnos varios archivos, que quedarnos sin nada.
En sonido, deberemos tener mucho cuidado. Si queremos grabar sonido, deberemos tener la precaución de que el aire de impacto no incida sobre el micro, en la parte superior de la cam, y si queremos recitar alguna frase, el cuidado debe ser extremo. Un 3 en esta asignatura.
En fin, que si no queremos hacer una gran inversión y queremos jugar un poco a emular a Ed Wood, la MD80 suple de sobra todas las expectativas. Hay que ver lo que evoluciona la técnica. Las cámaras que yo recuerdo en la infancia de 8 mm han dado paso a la memoria en estado sólido, donde nada de energía se pierde en girar motores ni cintas.
¿Recomendable? Sí, por supuesto, pero no para ser la única cámara on board de la casa.